Vivimos en una era donde todo se graba en la red, pero lo cierto es que millones de páginas desaparecen diariamente sin dejar rastro. Este proceso silente amenaza con borrar buena parte de nuestra memoria digital.
🔍 El deterioro silencioso del contenido online
En la antigüedad, grabar algo en arcilla garantizaba su supervivencia. Hoy, una entrada online puede evaporarse en semanas o año. Este fenómeno, conocido como “link rot” o vínculos rotos, es cada vez más común: alrededor del 30 % de los enlaces compartidos hace más de una década ya no funcionan.
📉 Apagones digitales olvidados
La pérdida de contenido no siempre es accidental. A lo largo del tiempo, plataformas como Geocities, Tuenti o Yahoo! Respuestas desaparecieron, llevando consigo millones de publicaciones y recuerdos de usuarios. Incluso a nivel institucional, gobiernos como el de EE. UU. eliminaron páginas enteras sobre medio ambiente o salud durante la era Trump, lo cual causó una pérdida histórica significativa.
🌐 Mucha información, poca permanencia
Aunque producimos más contenido que nunca, su soporte es volátil. Estudios, artículos académicos y recursos publicados en línea a menudo carecen de respaldo físico o archivado. Si nadie guarda una copia, ese contenido se pierde para siempre.
📚 Salvando nuestra memoria digital
Hay soluciones: iniciativas como Wayback Machine o Archive.today permiten preservar instantáneas de páginas web. Además, herramientas como “Save Page Now” facilitan que usuarios guarden contenido relevante antes de que desaparezca.