Una nueva modalidad de estafa se ha extendido en redes y apps de mensajería: enlaces que prometen premios, cupones o grandes regalos, pero que ocultan fraudes. La táctica: redirigir al usuario a páginas fraudulentas, obligarlo a compartir con contactos y, como colofón, hacerle descargar navegadores “legítimos” — aunque bajo la fachada de legalidad se esconden comisiones para los estafadores.
¿Qué prometen estas estafas?
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Supuestos sorteos con regalos atractivos: datos gratis para redes móviles, móviles, cupones de compra, casas, etc.
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Un requisito: compartir el enlace con varios grupos o contactos — una técnica usada para ampliar la red de víctimas.
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Enlaces que alternan páginas falsas: algunas suplantan medios de comunicación, otras proponen falsos juegos, inversión fácil o “cofres sorpresa”.
Si el usuario cae, no solo pierde datos personales: en muchos casos se genera una comisión económica a los estafadores por cada descarga del navegador “recomendado”. Es decir: el timo no termina tras la descarga.
Por qué estos enlaces son peligrosos
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Los navegadores que “recomiendan” — aunque reales — se usan como fachada: al instalarse desde enlaces fraudulentos, los atacantes obtienen comisiones.
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Muchas de esas webs usan identidades digitales falsas, crean dominios “desechables” y esconden código que rastrea al usuario (IP, historial, navegador, clics) para explotar sus datos o venderlos.
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Luego del “gancho” inicial pueden activarse otros fraudes: phishing, venta de datos, llamadas o SMS maliciosos, malware, etc.
Consejos esenciales para no caer
Para protegerte de estos engaños, sigue estas buenas prácticas:
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No confíes en sorteos o premios que lleguen por WhatsApp u otros canales — especialmente si llegan con urgencia o necesidad de compartir.
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Nunca instales software, navegadores o apps desde enlaces recibidos por ese tipo de vías — descárgalos siempre desde su web oficial.
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Verifica la URL antes de hacer clic: revisa que use HTTPS, que el dominio coincida con la página oficial, y desconfía si contiene nombres extraños.
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Evita compartir enlaces con amigos o contactos, especialmente si no los han solicitado.
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Usa herramientas de seguridad: antivirus, analizadores de URL, bloqueadores de scripts — y mantén tu navegador actualizado.







